Tradicionalmente las actividades agropecuarias han constituido la base económica de la localidad, manteniendo todavía en la actualidad gran relevancia, en buena medida como consecuencia de unas condiciones agroambientales que permiten el desarrollo de una gran variedad de cultivos que comprenden tanto el olivar, como el almendro o los frutales, pasando por el cultivo de herbáceos.
Según datos del último censo agrario la localidad cuenta con casi 1.100 ha ocupadas por tierras de labor, lo que supone el 31% del total de la superficie municipal. El número de explotaciones agrarias alcanza las 96, la inmensa mayoría de éstas de carácter familiar. En lo que respecta a los cultivos destaca la producción olivarera y la de frutales, con 600 y 315 ha respectivamente.
En lo que se refiere a las actividades ganaderas, la cabaña de Belmonte supera las 6.000 cabezas, siendo la cría de porcino (5.000 cabezas) la más relevante.
El resto de actividades económicas presentes en la localidad se distribuyen entre 25 actividades distribuidas entre los sectores agropecuario (3 actividades), industrial (4), energético (1), construcción (4) y servicios (13).
El sector servicios es el que en los últimos años ha experimentado un crecimiento más relevante, especialmente las actividades vinculadas con el subsector turístico, considerado un complemento económico perfecto a las actividades agropecuarias.